Las fábricas de Therman y Olmar, en Gijón, producen desde hoy este material, dentro del proyecto Spain, liderado por Bioquochem en alianza con la Consejería de Ciencia.

Esto nos parece también muy buena idea ya que son muchas las mascarillas a las que se les puede dar una segunda vida y proporcionarlas a mucha más gente ante su escasez. Por lo pronto, estas empresas ya han estirilizado y reciclado más de 500.000 unidades y que entregarán de manera altruista a los servicios sanitarios para luchar contra la pandemia.

El proceso, en el que también intervienen una docena de compañías que suministran insumos, está destinado a paliar la escasez de equipos de protección por la alta demanda generada por la pandemia del nuevo coronavirus, y podría ampliarse a un millón de mascarillas recicladas en los próximos días.

 

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